No decir nada cuando el cuerpo pide silencio y la flor de cerezo cae para nombrarnos. Sé que cualquier lugar en el que me detenga será un lugar habitado por nosotros, por estas ganas de encontrarte a cada paso: en el mercado de la zona oeste, a la salida del colegio, acurrucado como un niño pequeño debajo del sauce que hay en la colina, mirando el mundo con tus ojos de creador de nubes. Eres necesario y por eso no dejo de imaginarte cerca. Dentro de poco, tal vez menos de lo que piensas te fijarás en mi y puede que por fin, me reconozcas.
(El dibujo está diseñado por Úrsula una buena amiga que nos acerca con sus elegantes trazos al mundo de japón, pronto sabréis más de ella porque va a diseñar unas estupendas camisetas y será necesario seguirle la pista. Este es el resultado de nuestra primera colaboración, atentos que habrá muchas más.)